25 ene 2016

CRÍTICA JUANITA CALAMIDAD. DE M. CARMEN SÁNCHEZ FLORES

Ene202016
15/01/2016.  33 Festival de Teatro de Málaga. Teatro Echegaray.
Texto: M. Carmen Sánchez Torres | 

Todo el mundo tiene un pasado

La divertida compañía Chirigóticas presentó  su quinto espectáculo en Málaga el pasado viernes 15 de enero: Juanita Calamidad (Todo el mundo tiene un pasado), apellido que define a la protagonista a la perfección.
A modo de chirigota gaditana, se entremezclan letras propias que narran los periplos de tres irreverentes noctámbulas con músicas de popurrí carnavalesco:  Raphael, Pimpinela , Pata Negra entre otros, son automáticamente identificados por los espectadores. Gran acierto, pues es una de las claves de lo entretenida de la obra.
Juanita y sus amigas representan a todas aquellas féminas que nunca han pretendido vivir el papel sumiso y abnegado de sus antecesoras, especialmente en la historia de España. Encarnan al "cierrabares", al crápula, al típico calavera de vida licenciosa, descarado con el sexo, con el lenguaje procaz... pero en mujer. Figuras  impensables  no hace tantas décadas pues hubieran estado condenadas al ostracismo social. Es la crónica de una nocturnidad disoluta que identifica a ambos sexos.
El punto de inflexión en la vida de esta antiheroína , aparecerá  encarnado alegóricamente en el personaje de  "El reloj biológico", (figura inimaginable en la vida de un varón), que desembocará en un imprevisto embarazo plasmado visualmente con un ritmo trepidante y divertidísimo. La parte final de la obra, muy sobresaliente, es una desmitificación de la maternidad ceñida a  cánones tradicionales:  la protagonista se rebela contra  ampas, madres superguays, asfixiantes grupos de whatsapp,  huevos Kinder... Juanita canta:" Es tiempo de criar, sí. Pero ¡yo tengo un pasado!".
Antonio Álamo, como siempre, vuelve a escribir y a dirigir acertadamente la compañía. Las actrices Ana López Segovia, que además es la letrista, Alejandra López y Rocío Marín que sustituye a Teresa Quintero, bordan unos papeles hechos literalmente a su medida. Tan divertidas y camaleónicas que el abarrotado público del Echegaray no paró de aplaudir desde los primeros minutos.
Estas incombustibles amigas, más cerca de los cuarenta que de los treinta, denuncian precariedad laboral, futuras jubilaciones sin jubilación, son eternas becarias de universidad. Reivindican su derecho a divertirse y no se ajustan a moldes de fragilidad femenina. Juanita vive una maternidad llena de amor por su hijo pero sin velos que encubran toda la dureza y sacrificio que acarrea responsabilizarse de otro ser. La moraleja es : convertirte en madre, no conlleva dejar de ser mujer. Una mujer contemporánea.
Puede que Juanita Calamidad lleve el estigma de su apellido: desastre, infortunio y persona molesta. Pero no olvidemos que  Chirigóticas son Cádiz. Y Cádiz es carnaval.


http://www.aforolibre.com/teatro/teatro/juanita-calamidad-de-chirigoticas-en-teatro-echegaray-1834